En Sábado de Gloria se suele recordar el dolor, la valentía y la esperanza de la Virgen María, quien consuela a los apóstoles de Jesús para quienes todo ha acabado, aunque María les recuerda lo que dijo su hijo: “Al tercer día resucitaré”. La Iglesia Católica menciona que en Sábado de Gloria, Jesús entregó su cuerpo y derramó su sangre para el perdón de los pecados y para la salvación de los hombre.
Actualmente las celebraciones por el Sábado de Gloria ya no se desarrollan como en años pasados. Anteriormente, la mañana de sábado se recordaba la Resurrección de Cristo y la “Apertura de la Gloria”, pero las ceremonias hoy en día se realizan por la noche, en la solemne Vigilia Pascual.
Esta fecha representa la fiesta más grande para los católicos, pues es cuando Jesucristo vence a la muerte y resucita.
Se suelen realizar retiros espirituales y los sacerdotes atienden confesiones. También es común la misa de la Liturgia de las Horas por parte de los eclesiásticos con participación de fieles seglares.
En México, durante muchos años se mantuvo la costumbre que durante el Sábado de Gloria se mojará a las personas con cubetas llenas de agua en cuanto salían de sus casas (esto como una reinterpretación de lo que los creyentes antiguos hacían; ya que la gente no solía bañarse o usar la misma ropa por días).
Fuente: www.ciw.edu.mx