Fernanda Rodríguez Castro
En ocasiones vemos familias similares a la nuestra y otras todo lo contrario. Esto tiene que ver directamente con la interacción familiar y los tipos de límites que existen dentro de las estructuras familiares
La familia es la principal célula social y modelo en base al cual se construye la sociedad. Conocemos estructura familiar como la manera en que se relacionan los miembros de la familia, la jerarquía de los roles y género que la conforman. En ocasiones, vemos familias donde uno de los hijos se encuentra parentalizado y realiza el rol o la función de algunos de los padres. En otras ocasiones, se encuentra alguno de los padres ausente y dentro de estos modelos familiares también encontramos los tipos de límites que existen en cualquier tipo de familia, sin importar si son monoparentales o extensas, todas tienen ese condimento especial que las caracteriza, los famosos “límites familiares”, los cuales son:
Límites rígidos: que no permite el contacto entre los miembros de la familia, lo que resulta en familias desligadas. En este tipo de familias existe mucha autonomía, pero falta de intimidad y preocupación por las situaciones de los miembros de la familia.
Límites difusos: este tipo de limites los vemos en familias que son conocidas como “muégano” o familia aglutinada, donde la necesidad de uno de los miembros se puede percibir como de todo el sistema, así mismo no existe claridad con las normas dentro del sistema.
Límites claros: donde existe un equilibrio entre las necesidades de los miembros de la familia a nivel individual y colectivo
Ver una familia sana es ver una familia con límites claros, donde las líneas invisibles, que son los límites, dan estructura. En ocasiones, al escuchar la palabra, pensamos que los límites son prohibiciones, pero en realidad se usan con el propósito de proteger, generar tranquilidad y preservar el legado emocional de los hijos. Es por ello que la importancia del “no” desde pequeños nos ayuda a poder decirlo de grandes y entender cuando alguien más nos lo diga.
Lamentablemente, en la cultura vemos los límites como prohibiciones, pero cuando comencemos a verlos como protectores de las relaciones afectivas y el mejor legado para nuestros hijos, encontraremos en gran sentido el guiar a la familia hacia los límites claros.
Fernanda Rodríguez Castro
Psicóloga terapeuta
Celular: 669 431 0570