¿Has escuchado comentarios como “el lunes comienzo la dieta”, los propósitos de nuevo año, “mañana cambio”, “dejo de fumar”, ahorro etcétera y se queda solo en palabras o deseos?
Esto se debe a dos objetivos que se pueden querer, que están en conflicto y compiten en el tiempo. Es muy fácil como espectador hacer comentarios como “si realmente quisieras, ya lo habrías hecho”, pero esto sin duda, es más complejo de lo que parece o de tener simplemente ganas.
La cultura del hedonismo es a lo que se llama el vivir en placer por placer y realizar solamente actividades que nos generen placer inmediato.
Al tener que tomar una decisión entre hacer ejercicio y ver Netflix, la mente automáticamente piensa en la recompensa inmediata. Ver tu serie favorita da recompensa en el placer inmediato y hacer ejercicio no es una recompensa de resultados inmediatos, la misma razón por la que no ahorramos es que se dificulta ahorrar a largo plazo, quiero la recompensa inmediata, pero también quiero lo que deseo ser o tener a largo plazo.
Y entonces esto de llevar al deseo a la decisión se vuelve complicado, ya que la gratificación por comer, gastar, fumar, dormir es algo que ya conoces y llevar una vida nueva te hace abandonar el placer conocido para dedicarte a algo que te cuesta esfuerzo y no te da una recompensa o placer al momento
Por lo tanto, es importante primeramente replantearnos qué tanto quiero realmente un cambio y qué diferencia hará en mi vida ese cambio porque en ocasiones es algo que otros quieren o la sociedad nos demanda y, habiendo una vez reconocido que realmente es un deseo personal, es importante comenzar nuestro proceso.
La mayor complicación de empezar algo nuevo o hacer algo diferente implica dejar atrás tu mundo conocido del que tendrás que despedirte. En toda decisión y cambio hay una perdida y, por lo tanto, experimentes un duelo en tu vida o hábitos pasados.
Hay personas que no quieren pagar el costo en invertir horas de su tiempo en algo que no les dé placer. No les gusta sufrir, entonces quisieran que hubiera un método mágico para tener abdominales perfectos o bajar de peso y es por esto también que tanto charlatán tiene éxito vendiendo humo de recetas mágicas para lograr en dos pasos tus metas.
La mayoría de las personas desean el resultado, pero no el proceso. El proceso de por medio es el que rechazan, sin embargo, habrá cierta resistencia al principio por salir de tu mundo conocido y entrar en otro desconocido.
Habrá personas que no cambien por no saber cuál es el mejor método para hacer el cambio. Si intentas hacerlo con el método que otros te digan y no busques un método personal, te verás frustrado. Existen personas que son de cambios rápidos y otros que les lleva un proceso más lento. Sin duda, la práctica, perseverancia, paciencia y lo que te funcionen a ti en tu historia personal será lo más conveniente.
Hay ciertos marcadores de vida que nos han impuesto, que es lo que la sociedad dice que nos hará felices: hacer dinero, casarse, viajar, terminar una carrera y según nosotros no podemos ser felices hasta lograr eso, pero la felicidad es personal y habrá cosas que no quieras realmente hacer por más que la presión y preguntas de personas te digan que deberías hacerlo.
Es por eso que tus cambios y tu proceso debe estar encaminado en tus deseos personales y a donde tú quieres llegar y es de esta manera como veremos los más grandes y mejores resultados. Recuerda que lo más difícil es comenzar y la recaída es parte del proceso del cambio, así que a levantarse y continuar una y otra vez, que venimos a esta vida a ser felices y buscar nuestra mejor versión en el trayecto.
Fernanda Rodríguez
Psicóloga
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