Octavio Robledo León
Desde el mes de noviembre aumentan considerablemente las consultas para los psiquiatras y los psicólogos clínicos porque se acerca diciembre y esto se repite cada año, pero siento que esta vez se ha observado más notorio y, de acuerdo con diferentes estudios científicos, se ha demostrado que Navidad es la época del año en que la gente se deprime más, época en que aparecen más sentimientos de soledad, estrés, la ansiedad, depresión y las personas se presentan más vulnerables.
Estos sentimientos y síntomas se presentan por varios motivos de nuestra propia historia de vida y, por lo tanto, pueden desarrollar que diciembre se nos dispare sentimientos negativos, como melancolía, depresión y ansiedad debido a lo siguiente:
1- Expectativas poco realistas sobre lo que significa la Navidad, y lo que se supone que uno tiene que hacer, se tiene que sentir o debe tener en estas fiestas, generando en las personas sentimientos de frustración.
2- Sentimientos de soledad. El 25 por ciento de la gente dice sentirse sola con frecuencia y el 40 por ciento dice no tener ningún amigo íntimo.
3- Hacer un balance a final de año. Podemos caer en el exceso de reflexión sobre la propia vida y ser consciente de las carencias personales en comparación con las otras personas.
4- Presión para gastar dinero en comidas y regalos. Hemos caído en que parece que el amor se mide por la cantidad y calidad de las compras que se hacen en estas fechas.
¿Qué hacer para que diciembre fluya más tranquilamente y no sea un estrés los 31 días de este mes?
1- No basar la Navidad en el dinero. Lo más importante es la reunión familiar y no tiene nada que ver con la religión, pues existen personas que no profesan ninguna religión y ese día festejan la unión que existe en la familia. No hay intercambio de regalos, pues el más importante es que la familia este completa y sana. Habrá gente que no tenga o no quiera una reunión familiar y se reúna con amigos íntimos y festejarán su buena y sana amistad.
2- Por salud mental es muy importante tener un proyecto de vida, alcanzable y realista, solo así será posible obtenerlo y de esta manera, para el próximo diciembre, el balance registrará resultados positivos. Tener en cuenta un margen de resultados, con la pandemia que está porque aún no termina, y seguirá presentándose hasta no llegar a encontrarse el medicamento adecuado; esto no nos permite o puede alterar nuestros objetivos para el próximo año.
3- Estamos expuestos a toda una campaña de mercadotecnia increíble, bien armada, con todos los recursos tecnológicos, bombardeados desde simples volantes, anuncios en periódicos, radio y en todas las redes digitales, todo encaminado al consumo. No debemos engancharnos en las compras innecesarias porque en realidad no hay o son muy pocas las verdaderas ofertas.
4- Algo muy importante, en nuestra reflexión anual hay que enfocarnos en lo que sí tenemos porque es una gran cantidad de personas que solo ven lo que no tienen, lo que no pudieron acceder, y realmente en esta pandemia todo nos cambió y nuestros planes se vieron modificados. Es más positivo valorar lo que tenemos y disfrutar de cada momento por pequeño que sea; se trata de enfocarnos en la vida y en la salud, no en lo material.
5- Planificar estas fechas con actividades agradables, divertidas y en un entorno familiar.
6- Enfocar las diversas situaciones familiares y generar unión, respeto y bienestar entre los nuestros, estar y conservar una actitud positiva.
7- En el aspecto social, que es muy importante en nuestra salud mental, hacer lo posible porque nuestras relaciones sociales sean lo más sanas posible. Nadie dijo que debemos estar alcoholizados para pasarla bien y disfrutar a los amigos.
8- Dejar de mentalizarnos y olvidar que la Navidad o diciembre solo traen tristeza, así como tampoco trae amor, paz y felicidad. Todo depende de nuestra actitud y lo que creamos con la gente que nos rodea, tanto familia como amistades. No nos predispongamos a pasarla mal.
Lamentablemente, en este mes duele más o se siente más la ausencia de seres queridos que ya no estarán con nosotros. Para esas personas que este año perdieron a un ser querido, solo les puedo indicar que hagan como un homenaje a ese hijo, padre, amigo o pareja ausente y que estén en la reunión familiar hasta donde les sea posible, pero sobre todo, tratar de comportarse como ellos nos lo hubieran pedido.
Octavio Robledo León
Psicólogo clínico-tanatólogo
Consultorio: 669 982 5236