Óscar García Coach
La adversidad nos desnuda. Sobre todo, cuando entra en nuestra vida sin avisar, es capaz de arrasar con todo lo que encuentre, dejando una estela de dolor, pero más aún, experimentando altas dosis de sufrimiento. En estos tiempos donde nuestro mundo gira de forma estratosférica, aumenta la posibilidad de vivir momentos donde los pensamientos irracionales se hagan presentes a través de las emociones no deseadas, esas sensaciones que nos negamos a sentir
¿Cómo afrontar la incertidumbre en esos momentos donde solo existe espacio para el miedo y la vulnerabilidad? ¿Cómo acompañar esos eternos espacios de soledad agitadora? ¿A quién pedir ayuda para esos trances violentos de un desamparo sin calmante? ¿Cómo despertar con la tímida esperanza de aliviar con el paso del tiempo esos sentimientos? ¿Qué hacer para evitar el tremendo error de dejar al tiempo la responsabilidad de que cure nuestras heridas?
Cuántas veces recibimos inesperadas invitaciones que nos incitan a crear una realidad alterna, con el riesgo adjunto y “no consciente” de que la fantasía creada nos arrastre a un vacío emocional. Es clave reconocer y aceptar que en muchas ocasiones no somos capaces de lograr un aprendizaje, y si no aprendo, solo genero un espacio para el dolor y la desesperanza.
¿Cómo dar respuesta a tanta pregunta?, despojándonos de las caretas utilizadas como primer recurso de huida, tirando el disfraz de sabelotodo a un lado del camino, para dar paso a un total compromiso de trabajar en nuestras competencias y herramientas emocionales, darte el permiso de autoregalarte espacios de tiempo para sentir.
Una inhalación profunda acompaña las prácticas mentales de respiración matutina. Una llamada telefónica enriquece mi reflexión, una nueva oportunidad de aportar a mi comunidad es la propuesta de mi interlocutor. ¿Me atrevería a decirle no?
Pues no, no dije no, y aquí estoy bajo la luz de las estrellas, en compañía de mi mosquetero y un rico té, tratando de poner en tinta y papel un poco de lo que sé, un mucho de lo que he vivido y un torrente de aprendizajes que siguen moldeando mi caminar.
La certeza en esta nueva aventura me la brinda el equipo que me acompaña, Ale y Beatriz y todo un proyecto con la Actitud de 15 años llenos de retos; el mega equipo de CoachMe, el sueño que me acerca a mi propósito, Beni, Leda, Fabián, Pato, Kary. Insustituible la experiencia diaria con mis compañeros de propósito en Tecmilenio y esa noble tarea de formar a las futuras generaciones desde la Educación Positiva. Y desde luego que sí, mi inspiración, Óscar y Perla, mi familia y un grupo de amigos que decidí como familia por elección, que no me sueltan y se atreven a ser habilitadores únicos de mis retos.
Y así, celebro hoy la primera columna de un proyecto más grande, Time to Feel, en el que poco a poco, en compañía de un grupo de aliados, como la Asociación Nacional de Inteligencia Emocional de España, de instituciones educativas, de la alianza con fundaciones y líderes comunitarios, todos buscaremos apoyar para entender por qué darnos tiempo para sentir; para acercarnos a los hallazgos científicos donde se reconoce que las personas que suprimen sus sentimientos no son capaces de mantener relaciones sanas, como sí las pueden experimentar las personas que saben cómo expresarlos.
Aceptar que las emociones tienen que ir a algún lugar, aprender a soltar esas situaciones que nos inquietan, es evitar que se vayan a nuestro corazón, al sistema inmunológico o produzcan los incomodos reflejos y reflujos de nuestro estómago por lo que decidimos callar.
Imagina, pregúntate y responde: ¿cómo sería tu vida si de forma correcta aprendes a identificar qué sientes, ponerle nombre, reconocer cómo quieres sentirte, para luego trabajar en ello?
El principio de todo está en ese permiso de darnos tiempo para sentir. ¿Te atreves a regalarte ese permiso? Si es así, tenemos una cita mensual en la revista Actitud Magazine, más un programa quincenal a través de plataformas digitales, con expertos mundiales y una serie de sorpresas que te brindarán un tiempo para sentir emociones sí deseadas, positivas.
Seguimos en contacto también a través de mi página @OscarGarciaCoach.